Las organizaciones crean planes de contingencia (aunque algunas veces se les llama “plan B”) a fin de prepararse para algo malo que pueda afectar la capacidad para funcionar de la organización. Desarrollar un plan de contingencia efectivo es esencial para una organización. Muchas cosas pueden poner en riesgo a la organización, desde un desastre técnico (como una violación de la información) hasta uno natural (como una inundación). Escribir planes de contingencia preparará a una organización para tales posibilidades.
Para iniciar debemos conocer los posibles riesgos que puedan presentarse, para así poder evaluarlos, entendiendo esto algunos ejemplos serian:
Desastres Naturales:
Para en caso de que ocurra un desastre natural que sea catastrófico para nuestro negocio, debemos tener un seguro contra daños, que se encargue de cubrir todos las posibles contingencias que puedan presentarse, para que en caso de ser necesitado, poder contar con un colchón de respaldo y poder realizar reparaciones o construir completamente de ser necesario.
Poco éxito:
En caso de que el negocio, no logre tener el éxito esperado desde su inicio, se plantearan diversas estrategias nuevas, para ser más atractivos para los clientes, explotar esos productos que si se venden y dejar de lado los que se mantenían sin tanto movimiento, para poder satisfacer las necesidades de los clientes y a la vez, proteger la inversión de nosotros como empresa.
Robos:
Al igual que en el primer punto, es de vital importancia contratar una agencia aseguradora, que nos permita tener esa sensación de seguridad para saber que en caso de robos, podremos seguir operando de manera natural.
Es de suma importancia que nuestros planes de contingencia cumplan con tres preguntas básicas:
- ¿Qué puede pasar?
- ¿Cómo podemos responder?
- ¿Qué podemos hacer para estar preparados anticipadamente?
Porque si nuestro plan de contingencia, logra responder de forma satisfactoria estas tres preguntas, quiere decir, que en teoría nuestros planes son adecuados para la empresa y podemos estar seguros de que en caso de ser necesarios, se podrá seguir operando.
Otro punto de suma importancia es el de que manera, en caso de una contingencia, podemos volver a operar.
Si se llega a presentar un problema importante en el negocio, que nos obligue a cerrar al menos un día, es realmente importante poder reiniciar las operaciones sin problema alguno, por lo tanto se debe priorizar las áreas de funcionamiento, para así continuar laborando sin problema alguno.
Es importante que se pueda poder anticipar los riesgos que puedan presentarse, por lo tanto, tomando en cuenta las tres principales contingencias que puedan presentarse, se analizó lo siguiente:
Para en caso de desastres naturales, debemos poder colocarnos en una zona geográfica en la cual no sea propensa a inundaciones, lo cual es el principal problema en esta ciudad.
Por si se presenta el caso de no tener éxito, se debe estudiar de manera ardua y constante los gustos de las personas, los intereses y así poder seguir ofreciendo productos que resulten atractivos para los clientes.
Para el caso de robos, inicialmente, debemos estar asegurados para cualquier tipo de contingencia, pero ademas, como un paso fundamental, será la contratación de personal de seguridad que labore las 24 horas del día, para evitar problemas de este tipo.
Para culminar este punto, se debe tener pleno conocimiento de estos planes de contingencia por parte de todos los empleados del lugar, para que ellos, al igual que nosotros, entendamos el funcionamiento de cada uno y puedan reaccionar en caso de ser necesitados, ademas de realizar simulacros de emergencia de manera periódica, para que si es necesario, conozcan la manera adecuada de como reaccionar.
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